Verano Caribeño

Comienza el calor,

se llenan las playas, 
la gente se junta y sale a pasear. 
Es que el verano ha empezado,
y el mar se engalana, 
todos felices, vamos a rumbear. 

Aquí en el Caribe todo es una fiesta, 
y el frío de Europa, lejos está;
de todos los pueblos vienen a visitarnos, 
a degustar nuestra hospitalidad. 

Y el verano que arde y motiva la fiesta, 
también es propicio para el huracán;
vientos, lluvias, truenos y rayos, 
bañan la tierra, fecundan los campos. 

Mas el sol del Caribe renueva las cosas, 
y el viento salado motiva a danzar;
merengue, salsa, urbano y bachata, 
el canto y el baile son nuestra comparsa. 

Las verdes praderas son nuestra belleza, 
y el alba dorado nos baña al despertar:
oh mezcla de razas, preciosas y eternas, 
potente y fuerte es nuestra esencia. 

El verano florece y parece perpetuo, 
Pero pronto el invierno llegará:
No hay nieve, ni heladas, todo es ensueño, 
Pero el frío nos recuerda que se acerca año nuevo. 

El verano termina, 
el Caribe se acalla,
y el frío de sus playas cambia su andar:
ya pronto, muy pronto, 
se acerca primavera, 
y luego el verano, 
en su próxima entrega. 

Hoy es Viernes

Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y aquellos que vacilan salen a la calle,
a buscar lo que no se les había perdido,
a follar y a beber hasta que haya amanecido.
 
Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y los que estudian planean su fiesta,
que hoy empieza y termina en Punta Cana o Las Terrenas,
y si no donde sea que haya música buena.
 
Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y la madre por fin descansa del día,
y sus hijos, como fieras, se retiran a sus lechos,
y quizás su marido la disfrute un momento.
 
Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y los novios van a casarse,
y en la Iglesia se juran amor, aunque ya pocos crean,
y su amor, pasada la fiesta,
al son de la prueba, se va acrisolar.
 
Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y el pobre no tiene ni para la cena,
y aunque digan: "a falta de pan, cazabe",
a lo sumo consigue un vaso de agua,
y con la tripa vacía, se duerme y adiós.
 
Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y el cementerio abre sus puertas,
y recibe al que lloran las gentes que no hayan consuelo,
olvidando que si fue bueno, la vida lo recibirá.
 
Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y olvidamos que el mañana nos espera,
que la vida no termina y continúa la senda,
hasta el día en que no quede ni siquiera una voz.
 
Sí, hoy es viernes.

Escucha

Escucha mis palabras,

aquello que te cuento,
lo que digo y lo que siento,
en esta soledad.

Sabrás que si te hablo,
desespera mi alma,
que late y se alarga, 
como una noche oscura.

Tan negra en el silencio,
de tu terrible ausencia,
cuando vas y no regresas,
cuando vuelves en silencio.

Pero dulce el sentimiento,
y gustoso el momento,
en que pones tú mis labios,
sobre ti y sobre tu boca.

Que se abre a la alegría,
tan amada y dolorosa,
porque sabe que aunque vienes,
muy pronto, ya te irás.

Y yo quedaré solo,
escuchando tu recuerdo,
añorando este momento,
cuando busco y no te encuentro.

Antes de Empezar

Mientras duermes pienso una cosa,
un deseo que pronto se consumará.
Verte allí, descansando sobre mi pecho,
me motiva a besarte en silencio.
 
En silencio se esperan los sueños que no vuelven,
los anhelos que hundidos, no vuelven a flotar.
En silencio se pintan muchas fantasías,
todas ellas ornamentos de tu figura divina.
 
No podría, ¿cómo podría?,
dejarte allí sin besarte,
sin decirte que por ti arde el deseo de mi alma,
que te espera y te sueña, mi princesa escarlata.
 
Sí. Escarlata por las veces que has ardido en deseo,
cual brasa que se abrasa al calor de la pasión,
que no busca extinguirse, sino arder todo el tiempo,
hasta que sus cenizas se enciendan con vida.
 
Es obvio. No es posible mirarte y no desearte,
es locura pretender que dormiré tranquilo,
que a mí vendrá el descanso mientras yaces conmigo,
yo tu amado, tú mi amada; es iluso decirlo.
 
Te besaré. Acariciaré tu pelo al tiempo que despiertas,
miraré tu mirada y sabrás que te amo,
estarás sobre mí y dibujaremos los cantos,
del aria más hermosa, oh dulce melodía.
 
Sucederá y sucederá entretanto amanece,
para luego empezar la rutina de siempre.

Mi Alma Ansía

Mi alma ansía la mirada de mi amado,
El roce de sus manos,
El beso de sus labios,
El abrazo de sus brazos que me calma el corazón.

El alma busca al amado,
Como el río busca al mar,
Como el sol a la luna,
Como el árbol a la claridad.

¿Dónde se ha escondido mi amado?
¿Dónde mi amado escondido estará?
Oh mi amado, yo te busco y no te veo,
No te veo y deseo que me vengas a salvar.

El alma busca al amado,
Como el río busca al mar,
Como el sol a la luna,
Como el árbol a la claridad.

Y entonces una voz,
un mensaje me dice:
«entrégame tu amor,
Yo que tanto te he buscado.
Y mis manos hallarás,
Mi abrazo encontrarás,
Con mis llagas verás la luz,
Y donde esté, tú estarás».

El alma busca al amado,
Como el río busca al mar,
Como el sol a la luna,
Como el árbol a la claridad.

Mi alma ansía la mirada de mi amado,
Y en la Eucaristía su amor me cubrirá.

Biografía del Autor

Cristian Román Dickson Morales. Abogado especialista en derecho societario y organizaciones sin fines de lucro; Magíster en Propiedad Intelectual y Nuevas Tecnologías, por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Publicó «La Era Escarlata» en el 2011 y «A la Luz de las Sombras» en el 2016.

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