Hazme tuyo

Tómame, no dudes en domarme,
en robar de mi cuerpo el aliento jadeante,
la voz temblorosa, la mirada sagaz.
 
Recórreme, transita cada camino que dibuje mi pecho;
llega a mi abdomen, bésalo y luego,
sube a mi boca y repite el proceso.
 
Mírame, ahoga mis miedos en tus ojos eternos;
de luz oscilante y energía vibrante,
de aire sagrado y fuego perpetuo.
 
Móntame, cabalga sentada sobre mis sentimientos;
suspira gloriosa frenando el tiempo,
doblega mi brío con tu risa de ensueño.
 
Quémame, consume mis tierras ansiosas de amarte;
besa mis labios, bésalos y muérdelos,
juega conmigo y que el juego no acabe.
 
Hazme tuyo esta noche y no pares,
hazme tuyo y no dejes que escape. 

Vendiendo las estrellas

Yo soy un humilde carpintero, al que lo han buscado para construir un sueño. Me dijeron: «Quiero que me hagas una torre  que suba a las estr...