Un recuerdo destrozado

De nada me vale la memoria de tus labios,
no late el corazón que una vez palpitó,
ya no funciona el amor que inspirabas:
que el fuego y el viento borren tus marcas.
 
Foto temible, retrato maligno sostiene mi mano;
el recuerdo de la pasión, la desbordante confianza,
los gemidos, el sudor:
todo retumba, pronto morirá.
 
La fogata brama, la noche huye,
no hay límites para la nostalgia,
para la añoranza que envenena,
para el recuerdo que no se apaga.
 
Una última mirada, un suspiro,
y las llamas queman el cuadro perturbador:
yo quedo en el piso, tendido en vilo,
soñando la vida sin tu cariño,
y me esmero, cómo me esmero,
en desear a alguien que reescriba lo vivido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mm definitivamente uno de mis favoritos =D

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