Amarte

Amarte es el juego, dulce locura,
de guardar en mi mente el recuerdo perpetuo,
de la última vez que enlazamos nuestros cuerpos,
mientras entre las sombras espero tu regreso.
 
Cuando arribas destrozas el control de mi mente,
un tornado ciertamente eres tú mi corazón;
con tu canto y tu sonrisa como luz sometes,
las sombras de la noche que sobre mí se ciernen.
 
Cual brisa te presentas en mi vida, oh mi amada,
refrescando con tu aire mi esencia y soledad:
mis pulmones no respiran otro aire que no sea éste,
la presencia de tu belleza que viene del este.
 
Enredados como serpientes no hallamos en las noches,
entregándonos y amándonos en atmósfera crepuscular:
la luna menguante nos avisa la hora,
el tiempo de tu partida para volver a aparentar.
 
Así ha sucedido en esta noche fría,
te he amado y me has besado hasta hacerme suspirar,
hemos rodado por el lecho, desnudos, con alegría,
de tenernos nuevamente antes de disimular.
 
En un motel hemos cumplido,
tras bebernos el bar de al lado,
y nos hundimos en nuestro amor como grandes naufragios;
ardimos perdidos, como llamas en el vacío,
anclando en las profundidades del mar de lo vivido.
 
No deseo que te marches este grato día,
mas comprendo que has de hacerlo,
es el juego del amor;
pero me duele, ¡cómo me duele!,
al saber en el alma mía,
que lo amas a él también,
a pesar de estos días.

Biografía del Autor

Cristian Román Dickson Morales. Abogado especialista en derecho societario y organizaciones sin fines de lucro; Magíster en Propiedad Intelectual y Nuevas Tecnologías, por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Publicó «La Era Escarlata» en el 2011 y «A la Luz de las Sombras» en el 2016.

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