Lirio de plata resplandeces,
solitario sobre las aguas del Yuna bajo el gran pico,
me tientas a robarte, me incitas los sueños,
fina elegancia embelleces el río.
Las ciguas palmeras te rodean y te toman,
magnífica estrella eres esparcida por el caudal deshojada,
tus pétalos son semillas de lirios incontables,
tu diáfana aura habita en ellos inmortal.
La lluvia cae sobre tus hijos y perece el silencio,
los cantos de aves vuelan en el mar de la atmósfera:
la luz crece, la sombra cesa,
lirio de plata hechizas mi corazón.
¡Oh amada mía!, ¡qué beata eres!,
la brisa del este te viste vigorosa,
las aguas no resisten, intentan tragarte,
yaces en mis manos salvada por mi amor.
Besarte me basta antes de tu partida,
tú deseas poblar todas las tierras de mi isla:
desde el este al oeste, del norte al sur.
Te digo adiós mi lirio de plata,
¡flor de Quisqueya!, ¡radiante luz!
solitario sobre las aguas del Yuna bajo el gran pico,
me tientas a robarte, me incitas los sueños,
fina elegancia embelleces el río.
Las ciguas palmeras te rodean y te toman,
magnífica estrella eres esparcida por el caudal deshojada,
tus pétalos son semillas de lirios incontables,
tu diáfana aura habita en ellos inmortal.
La lluvia cae sobre tus hijos y perece el silencio,
los cantos de aves vuelan en el mar de la atmósfera:
la luz crece, la sombra cesa,
lirio de plata hechizas mi corazón.
¡Oh amada mía!, ¡qué beata eres!,
la brisa del este te viste vigorosa,
las aguas no resisten, intentan tragarte,
yaces en mis manos salvada por mi amor.
Besarte me basta antes de tu partida,
tú deseas poblar todas las tierras de mi isla:
desde el este al oeste, del norte al sur.
Te digo adiós mi lirio de plata,
¡flor de Quisqueya!, ¡radiante luz!
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