A veces Solemos Dudar

A veces solemos dudar,
Pensamos que somos débiles, que todo anda mal,
Dudamos y dudamos, nos llenamos del mal,
El miedo terrible a luchar hasta el final.

Como humanos creemos que nuestra mortandad,
Impone cadenas sobre la libertad,
Limita el recelo por la igualdad,
Clausura el camino a la felicidad.

Llenando de dioses esta humilde canción,
Que es nuestra vida, libre creación,
Intentamos responder las preguntas que en fin,
Tienen respuesta en nuestro corazón gentil.

Buscando espejos para reflejar la luz,
El rayo que busca ser nuestro gurú,
Tristemente lo alejamos con intensa inquietud,
Temiendo descubrir nuestra innata virtud.

Y cómo podríamos nosotros decir,
Nunca nos fue entregada la llave de nuestro sufrir,
Si en las manos nos fue dada por un ente gentil,
Yavé nos la daba y no la tomamos por devenir.

Como humanos pensamos que nuestra sencillez,
Aplica altos impuestos sobre la ferviente fe,
Haciéndola un lujo que no se puede contraer,
Siendo ella un activo que podemos poseer.

Buscando demonios donde no hay maldición,
Viendo conspiraciones donde no hay traición,
Oyendo murmullos donde no hay dicción,
Hacemos un drama de esta humilde canción.

Creyendo que no ha habido consideración,
Juzgamos a la vida con férreo rencor,
Buscamos escudos, buscamos dolor,
Nos victimizamos por nuestro temor.

Llenando de dioses esta humilde canción,
Que es nuestra vida, libre creación,
Buscamos completar los rompecabezas que en fin,
Son completados por el diario vivir.

Es por ello que al momento en que suena el tambor,
El coro potente, el canto creador,
Perecen los muertos, despierta el Creador,
Reviven los vivos en una nueva creación.

Debido a esto las caballerías inician su marcha,
y el rayo y el fuego se funden con pasión,
el hombre despierta su brío interior,
la fuerza indomable que siempre requirió.

Entre todos los seres de la creación,
A pesar de las dudas y la traición,
El hombre recibe el título mayor,
Señor de las bestias, del mundo y la razón.

Ya no importa que se cierren las puertas en nuestras caras,
Ni que el mar se levante para robar nuestra paz,
Ya que somos nosotros quienes tenemos la esperanza,
La fuerza de cambiar al mundo, que es nuestra fértil casa.

Biografía del Autor

Cristian Román Dickson Morales. Abogado especialista en derecho societario y organizaciones sin fines de lucro; Magíster en Propiedad Intelectual y Nuevas Tecnologías, por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Publicó «La Era Escarlata» en el 2011 y «A la Luz de las Sombras» en el 2016.

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