Te Miro Desde Lejos

Te miro desde lejos viéndote lejana,
osada y vanidosa como joya de faraón,
deseando mil veces que sometas este cuerpo;
que no duerme, no descansa, no respira ni le alcanza,
el tiempo de esta vida que se esparce como llamas,
para poder amarte a ti, oh mi dulce enamorada.
 
Jugando el dulce juego del amor y la vida,
corriendo cuales lobos en búsqueda de la felicidad,
ardiendo como volcanes que estallan con estruendo,
mantenemos el encanto, el aire de nuestros sueños.
 
Yo sé bien el motivo de tu largo silencio,
que te pinta como lirio con pétalos de rosa,
o como miel que fluye por los riachuelos:
el querer alargar el dichoso encuentro,
es la musa que te inspira a aumentar nuestro fuego.
 
Tu estrategia ha funcionado, he de reconocerlo,
nuestras mentes siempre idean el momento de pasión,
el segundo en que reposas tu cabeza sobre mi pecho,
el instante en que tú duermes, mientras yo te contemplo.
 
Tantas veces he tenido yo tu cuerpo sobre el mío,
susurrando tú mi nombre, a mi oído en disposición,
que siempre muy dispuesto, disfruta tu melodía,
susurrando tú mi nombre, sonriendo de alegría.
Oh mujer, ya cercana, bella y radiante,
acércate con prisa, déjame amarte.

Biografía del Autor

Cristian Román Dickson Morales. Abogado especialista en derecho societario y organizaciones sin fines de lucro; Magíster en Propiedad Intelectual y Nuevas Tecnologías, por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Publicó «La Era Escarlata» en el 2011 y «A la Luz de las Sombras» en el 2016.

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