Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y aquellos que vacilan salen a la calle,
a buscar lo que no se les había perdido,
a follar y a beber hasta que haya amanecido.
Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y los que estudian planean su fiesta,
que hoy empieza y termina en Punta Cana o Las Terrenas,
y si no donde sea que haya música buena.
Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y la madre por fin descansa del día,
y sus hijos, como fieras, se retiran a sus lechos,
y quizás su marido la disfrute un momento.
Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y los novios van a casarse,
y en la Iglesia se juran amor, aunque ya pocos crean,
y su amor, pasada la fiesta,
al son de la prueba, se va acrisolar.
Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y el pobre no tiene ni para la cena,
y aunque digan: "a falta de pan, cazabe",
a lo sumo consigue un vaso de agua,
y con la tripa vacía, se duerme y adiós.
Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y el cementerio abre sus puertas,
y recibe al que lloran las gentes que no hayan consuelo,
olvidando que si fue bueno, la vida lo recibirá.
Hoy es viernes, sí.
Hoy es viernes y olvidamos que el mañana nos espera,
que la vida no termina y continúa la senda,
hasta el día en que no quede ni siquiera una voz.
Sí, hoy es viernes.
Hoy es viernes y aquellos que vacilan salen a la calle,
a buscar lo que no se les había perdido,
a follar y a beber hasta que haya amanecido.
Hoy es viernes y los que estudian planean su fiesta,
que hoy empieza y termina en Punta Cana o Las Terrenas,
y si no donde sea que haya música buena.
Hoy es viernes y la madre por fin descansa del día,
y sus hijos, como fieras, se retiran a sus lechos,
y quizás su marido la disfrute un momento.
Hoy es viernes y los novios van a casarse,
y en la Iglesia se juran amor, aunque ya pocos crean,
y su amor, pasada la fiesta,
al son de la prueba, se va acrisolar.
Hoy es viernes y el pobre no tiene ni para la cena,
y aunque digan: "a falta de pan, cazabe",
a lo sumo consigue un vaso de agua,
y con la tripa vacía, se duerme y adiós.
Hoy es viernes y el cementerio abre sus puertas,
y recibe al que lloran las gentes que no hayan consuelo,
olvidando que si fue bueno, la vida lo recibirá.
Hoy es viernes y olvidamos que el mañana nos espera,
que la vida no termina y continúa la senda,
hasta el día en que no quede ni siquiera una voz.
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